Hay dos opiniones diferentes en relación con VY CMa. Una de ellas (según estudios de un equipo de astrónomos liderado por Roberta Humphreys pertenecientes a la Universidad de Minnesota, y que la han estudiado a través del Telescopio Espacial Hubble y el observatorio W.M. Keula en Hawái) es que la estrella es una enorme y luminosa hipergigante roja, con un radio entre 1800 y 2600 radios solares, en cuyo caso su superficie se extendería, si se la ubicara en el lugar del Sol, más allá de la órbita de Neptuno. La otra (en base a los estudios de Massey, Levesque y Plez), es que la estrella es una supergigante normal, con un radio estimado en los 600 radios solares.
Estimaciones anteriores de su diámetro la han hecho aún más grande, con un radio de 19 unidades astronómicas, lo que equivale a 3000 radios solares. Hay que tener en cuenta que, al parecer, no es posible ver directamente la fotosfera de VY Canis Majoris, y que lo que en realidad se observa es luz reflejada y reemitida por los granos de polvo existentes en las capas de material expulsadas por ella, lo que dificulta su estudio; la estrella se ha desprendido ya de una buena parte de su atmósfera, creando a su alrededor una capa que contiene polvo y aproximadamente el doble del oxígeno que de carbono y que ha sido estudiada en detalle por el Telescopio Espacial Hubble, mostrando diversos arcos que han sido interpretados como producidos por violentas erupciones solares.
La presencia de dicha nebulosa y sus similitudes con la que rodea a IRC+10420 han llevado a algunos autores a suponer que VY Canis Majoris está evolucionando para convertirse en un astro similar al comentado, y de ahí en una estrella variable luminosa azul, y luego, tal vez en una estrella Wolf-Rayet antes de estallar finalmente como supernova; se ha calculado que esta estrella inició su vida como una estrella de clasificación espectral O y una masa de 30-40 masas solares.
Durante un tiempo se pensó que esta estrella sería un sistema estelar múltiple (de hecho, la estrella aparece en varios catálogos de estrellas dobles y múltiples), pero aunque se haya podido comprobar que las presuntas «compañeras» son en realidad condensaciones en la mencionada nebulosa y no estrellas reales, algunos autores consideran que quizás exista una compañera auténtica, con un período de rotación alrededor de VY Canis Majoris de varios miles de años.
También se ha estimado que esta estrella pueda convertirse en supernova dentro de unos 3200 años.
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